El Kéfir es un lácteo parecido al yogur que se lleva tomando en algunos lugares de Europa y Asia durante miles de años por sus propiedades y por los increíbles beneficios que tiene para nuestra salud.
De hecho, la palabra kéfir viene del turco, que significa bendición, ya que cuando ellos descubrieron este probiótico pensaron que solo podía ser un regalo de los dioses.
Ayuda al sistema inmunitario, combate la osteoporosis ayudando a asimilar el calcio en nuestros huesos, gracias a sus propiedades antimutagénicas previene el cáncer, apoya a la flora intestinal sobre todo con el Síndrome del Intestino Irritable o la enfermedad de Crohn, ayuda a adelgazar porque evita que se acumule la grasa en el instentino, combate las alergias gracias a su capacidad de reducir inflamaciones, reduce los efectos de la intolerancia a la lactosa, y tiene numerosas propiedades para la piel, el pelo, la cara y el acné.