Las fechas navideñas, de por sí, son un cóctel de emociones y este año tiene un plus emocional bastante importante. Este año van a ser muy distintas a lo que conocemos, pero eso no quiere decir que no las podamos celebrar y disfrutar de otras maneras.
Es cierto que no podemos controlar muchos aspectos de esta, pero lo que si podemos controlar es la actitud con la que nos enfrentamos a ella. Por tanto, vamos a intentar evitar los pensamientos dramáticos y las quejas, que no nos van a aportar nada, y vamos a intentar encontrar algo de positividad a la situación. Para ayudarnos a esto podemos hacer algunas cosas como:
- Ser realistas y aceptar que no podemos controlar que no sean unas navidades diferentes. Así será más fácil encontrar alternativas que nos hagan la situación más agradable.
- Centrarnos en las posibilidades realistas y en lo que sí podemos hacer y no en lo que podría y no es. Nada nos impide decorar nuestros hogares y darles ese ambiente navideño. La decoración se lo hará más fácil a los niños y a aquellos que puedan disfrutar de ella, dentro y fuera de casa.
- Buscar sentido a lo que hacemos, al final todo el esfuerzo es para cuidar de nosotros y de aquellos que nos rodean.
- Mejor no comparar estas navidades con las anteriores, eso solo servirá para frustrarnos, estresarnos y generarnos malestar. Vamos a centrarnos en las navidades presentes que son las que tenemos que superar.
- Redirigir nuestra atención a aquello que nos produce sensaciones agradables. Sería interesante hacer una lista de actividades que nos hagan sentir bien para poder recurrir a ellas cuando lo necesitemos.
- El significado a los días se lo damos nosotros, que no nos podamos juntar ahora con toda la familia no quita que cuando lo podamos hacer sea igual de especial, sea navidad o no.
- Las videollamadas son nuestro gran aliado para acercarnos a los demás. Se pueden realizar diferentes actividades en familia, aunque sea de lejos, utilizando las nuevas tecnologías: cocinar juntos, abrir los regalos juntos, compartir momentos bonitos, hacer felicitaciones originales, incluso jugar a juegos de mesa, todo es cuestión de imaginación.
- Con respecto a los niños, si los adultos nos mostramos tranquilos y nos adaptamos, ellos también lo harán. Aprovechemos que tenemos más tiempo, porque hay menos preparativos, para tareas de ocio con ellos y para involucrarlos en los preparativos de estas fechas.
- Con respecto a las personas mayores que no viven en casa, vamos a tener en cuenta que una nochebuena se puede convertir en una comida especial, por tanto no hay excusa para que ellos se sientan involucrados.
Desde marzo nos estamos adaptando y utilizando la creatividad para poder seguir, ahora quizás hay que poner un plus de esfuerzo, pero también lo conseguiremos. No se trata de no celebrar, sino de hacerlo de manera diferente.