ROMEO: Juro por esa luna santa que platea las copas de estos árboles…
JULIETA: Ah, no jures por la luna, esa inconstante que cada mes cambia en su esfera, no sea que tu amor resulte tan variable.
Con estos versos se juraban amor eterno en la maravillosa obra ‘Romeo y Julieta’ (1597), una tragedia del dramaturgo inglés William Shakespeare. Y es que las fases de la luna han significado e influenciado en muchas culturas desde la antigüedad, además de ser uno de los recursos más utilizados en función de su fase del calendario para la magia, sembrar los huertos, transformarse en lobo o licántropo según la mitología, tomar decisiones, e incluso el momento idóneo de los acontecimientos de manera natural, como el parto de las hembras (en todas las especies) o la subida de la marea.
El ciclo lunar coincide con alrededor de 30 días, exactamente la lunación es de 29,53 días, es uno de los métodos regulares más evidentes que nos permiten marcar el tiempo. Según estas fases, la luna pasa el novilunio (se encuentra situada exactamente entre la tierra y el sol, de manera que su hemisferio iluminado no puede ser visto desde nuestro planeta), su porción iluminada visible vuelve a aumentar gradualmente, y dos semanas después, ocurre el plenilunio (sucede cuando nuestro planeta se encuentra situado exactamente entre el sol y la luna. En este momento, el ángulo de nuestro satélite es de 180º y la iluminación es del 100% y, alrededor de las dos semanas siguientes, vuelve de nuevo a disminuir y el satélite entra otra vez en la nueva fase.
Para la luna, la tierra es como su sol, ya que gira alrededor de ella, y a su vez, la tierra gira alrededor del sol, a la vez que ambas, la luna y la tierra, hacen un movimiento de rotación sobre sí mismas, es por esto por lo que siempre vemos la misma cara de la luna. Las fases lunares cambian cada 3 días, pero sus etapas se pueden resumir en estas 4 fases:
LUNA NUEVA: Cuando la luna está entre el sol y la tierra tiene lugar la luna nueva, es decir, el sol se proyecta en la cara oculta de la luna, y por lo tanto, no podemos ver la otra cara de la luna a no ser que se produzca un eclipse, que ocurre solamente cuando el sol y la luna se alinean con la tierra de una manera determinada. Esto sucede durante algunas lunas nuevas y lunas llenas.
LUNA CRECIENTE: Esta luna se puede ver 7 días después de la luna nueva, la mitad de la luna se ve y la otra mitad no, ya que el sol sólo ilumina una parte de la luna. Un truco para saber que la luna es creciente es observar que tiene forma de ‘D’.
LUNA LLENA: La luna más bonita para muchas personas se ve 7 días después de la luna creciente. Vemos la luna llena cuando el sol refleja toda la superficie de la luna, que como hemos dicho antes, desde la tierra siempre vemos la misma cara de la luna.
LUNA MENGUANTE: Una semana después vemos la luna menguante, ahora vemos la otra mitad de la cara de la luna gracias a que el sol la refleja. El truco para apreciar la luna menguante es observar que tiene forma de ‘C’.
La luna posee durante mes lunar, también llamado mes sinódico, una serie de influencias sobre la vida del ser humano, el cuál percibe sus cambios de fase de diferentes maneras. A través de estudios de investigación existe por ejemplo, una comprobada influencia de la luna sobre las labores culturales en las plantas. También hay otros estudios con animales que lo confirman.
Un estudio de la Universidad Nacional de Loja (Ecuador) investigó la influencia de las fases lunares como una herramienta para medir los acontecimientos reproductivos en los animales. El objetivo de la investigación fue analizar algunos procesos reproductivos en bovinos. El estudio cita textualmente: “Los resultados se obtuvieron del análisis estadístico en bovinos de diferentes hatos ganaderos asentados en el Sur del Ecuador, determinándose que los celos naturales y nacimientos siguen un proceso cíclico de presentación, siendo más frecuentes en las fases de cuarto creciente y luna llena, sin embargo la incidencia fue baja en la fase de cuarto menguante. Las hembras que fueron cubiertas en cualquiera fase lunar tienden a parir en las dos fases siguientes y la probabilidad de parición en la misma fase en que fue cubierta es baja. En cuanto a la reproducción programada, los mejores resultados en la preñez al primer servicio se obtuvieron cuando las hembras fueron sincronizadas en las fases de luna nueva y cuarto creciente. En conclusión hay influencia de las fases lunares en los procesos reproductivos analizados, siendo importante su consideración para obtener mejores resultados”.
La teoría que relaciona los partos con las fases de la luna se sustenta en que la placenta y el líquido amniótico podrían verse afectados por este satélite, de la misma manera que sucede con los mares. Se suele decir que la fase de luna llena acelera el parto, pero no hay evidencia científica sólida de ello, solamente estudios que lo afirman o desmienten. La luna, desde tiempos pasados ha sido considerada como un indicador climático, regulador de ciclos biológicos y de las mareas. La influencia lunar tiene un gran efecto en la producción ganadera, debido a que los animales dependen de la luminosidad para alimentarse o salvaguardar su vida, las fases lunares tienen un efecto positivo en la ganadería y en los animales marinos ya que benefician algunos aspectos de cada especie, mientras que en los anfibios la luna ayuda en la búsqueda de su pareja y así perpetuar su especie. En la agricultura, la influencia lunar es de gran importancia dependiendo del tipo de producto a sembrarse, ya que solo a algunos le favorecen de etapas lunares como el maíz, mientras que otros le perjudican, como las legumbres, las cuales son más propensas a las plagas. En el hombre, a pesar que se han realizado diferentes investigaciones relacionadas con el tema, todavía existen criterios diferentes y contradictorios en cuanto a la influencia de la luna sobre la salud y ciertas enfermedades.
La luna, por su proximidad a la tierra es 2.17 veces más eficaz que el sol, más fuerte en el aumento de mareas en la tierra, aunque el sol ejerce una fuerza total mucho mayor en la tierra que la luna. Otro estudio de la revista ‘Geophysical Research Letters’ descubrió que “las fases de la luna pueden tener cierta influencia leve en los patrones de precipitación y del flujo en los ríos a través de los EE.UU., confirmando lo que la tradición antigua ya sugería tales conexiones. Investigadores, dirigidos por Randy Cerveny de la Universidad de Estado de Arizona, encontraron que la lluvia y la nieve tienden a aumentar levemente algunos días antes de la luna en su fase de cuarto (menguante y creciente), que es la intermedia entre la luna llena y nueva. Este hecho era también cierto para la escorrentía, la cantidad de agua que atraviesa un medidor del flujo de agua en un río”.
Lo mismo ocurre con la evidencia de que el ciclo lunar aumenta la violencia entre los pacientes psiquiátricos o los reclusos, un estudio reciente sugirió que la actividad criminal al aire libre (incidentes que ocurren en las calles o en entornos naturales como las playas) puede ser mayor cuando hay más luz de la luna. Sobre el sueño también existe evidencia de que varía a lo largo del ciclo lunar. Por ejemplo, un estudio de 2013 realizado bajo las condiciones altamente controladas de un laboratorio de sueño descubrió que en promedio las personas tardaron cinco minutos más en quedarse dormidas y durmieron durante 20 minutos menos en luna llena, en comparación con el resto del tiempo del mes, a pesar de que no estuvieron expuestos a la luz de la luna. A su vez, la medición de su actividad cerebral sugirió que la cantidad de sueño profundo que experimentaron se redujo en un 30%.
Teniendo clara la importancia del aspecto biológico o científico, no podemos olvidarnos de los aspectos psicológicos y sociales. Sus ciclos pueden influir en el humor o los comportamientos sincronizándonos con la luna. Durante siglos la gente ha creído que la luna afecta el comportamiento humano. De hecho, la palabra “lunático” (persona que padece locura por intervalos) proviene del latín “lunaticus”, que significa “lunar”. La luna fue también un factor clave para que hubiese vida en la tierra. Incluso, puede que creamos que la energía de la luna llena que ilumina la oscuridad, influya en nuestras emociones encontrándonos más sensibles y susceptibles, así como la marea sube, o que la luna nueva nos de una oportunidad cada 28 días para renovarnos espiritualmente y conseguir lo que nos proponemos. Todo depende de las creencias de cada persona.