El impacto económico del Rock Imperium superó los cuatro millones de euros en Cartagena
El Rock Imperium Fest generó un impacto económico superior a los 4 millones de euros en Cartagena, durante el fin de semana que se celebró en 2022, según ha anunciado la alcaldesa, Noelia Arroyo, tras reunirse con el director del festival, Juan Antonio Muñoz, y el autor del estudio sobre el impacto económico del festival, Antonio García.
La estancia media de los participantes fue de casi 2 días, con un gasto medio superior a los 340 euros. Las cifras se acercan al millón y medio de euros en alojamientos, un millón en restauración y gastos en comercio, taxis y otros servicios, que suman 3,35 millones de euros.
El impacto del festival, sumando consumo y organización, es superior a los 4,15 millones. A los que sumar, la repercusión mediática valorada en casi un millón de euros, si fuera publicidad contratada
El 76% de los espectadores eran de fuera de Cartagena: 20% de la Región; 54% nacionales y 3,5% extranjeros.
La alcaldesa ha calificado los datos como excelentes, pero las expectativas son aún mejores, según señala, ya que “el 95,5% de los encuestados dicen que repetirán este año y el estudio deja claro que el éxito del festival será mayor con una marca ya conocida y por la mayor distancia de la época de pandemia”.
Los datos, según Arroyo, confirman esa tendencia. “Ya hemos superado el 60% de la venta de entradas”.
Por su parte, el director del festival ha destacado que el Rock Imperium Fest tiene un significativo impacto económico en valor añadido generado, superior a la media de los festivales que se organizan en España.
Ha destacado también que aunque la creación de empleo no ha sido muy notable, sí lo ha sido la contratación durante un tiempo reducido, acorde al tipo de evento que representa un festival de música. Y ha destacado el impacto social favorable que ha generado el festival para los residentes, “que no percibieron molestias o inconvenientes significativos. Los residentes apoyan la repetición de sucesivas ediciones”.
El autor del estudio, Antonio García, señala que el hecho de ser la primera edición, celebrarse todavía durante postpandemia a nivel mundial, y no disponer de una marca como destino del rock previamente conocida, han limitado el impacto económico y particularmente en el efecto directo y el impacto de los asistentes.
“Ambos impactos económicos son susceptibles de ser mayores en futuras ediciones para las que se prevé un efecto directo y de asistentes en particular, y en general del impacto económico, significativamente más altos que los registrados en esta primera edición”, concluye García.