13/07/2022
El Archivo regional restaurará dos planos originales del inventor del autogiro
Han sido cedidos por la familia de Juan de la Cierva, junto con unas fotografías realizadas durante el primer vuelo de la historia de unas alas giratorias sobre el Canal de la Mancha
El consejero de Presidencia, Turismo, Cultura y Deportes, Marcos Ortuño, y Fernando de la Cierva, nieto del inventor, firman el acuerdo de cesión de los documentos.
El Archivo General de la Región recibe la donación de unos valiosos documentos del inventor del autogiro, Juan de la Cierva Codorníu, por parte de su familia, que entregó hoy su nieto Fernando de la Cierva en un acto que contó con el consejero de Presidencia, Turismo, Cultura y Deportes, Marcos Ortuño.
En concreto, se trata de sendos planos dibujados por el ingeniero, así como una composición formada por tres fotografías realizadas a bordo del primer vuelo de la historia de un aparato de alas giratorias sobre el Canal de la Mancha. Los tres documentos tienen que someterse a una labor de restauración para solventar el deterioro que presentan.
Uno de los planos, que data de 1919, corresponde al modelo ‘bombardero’ que fue el primer trimotor que se construyó en el mundo, junto con otro realizado en Italia al mismo tiempo. Juan de la Cierva diseñó este aparato mientras completaba en Madrid el último curso de la carrera de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos, con el objetivo de presentarlo a un concurso de aviones militares convocado por el Ejército. Así nació el trimotor biplano de cinco toneladas y tres motores de 220 caballos.
El ‘bombardero’, cuya construcción fue financiada por Juan Vitórica, apenas duró unos minutos en el aire y se estrelló por la impericia del piloto. Ese accidente se considera un momento crucial en la historia del autogiro, pues a partir de ese momento de la Cierva orientó sus esfuerzos a mejorar la seguridad en el vuelo.
El plano del autogiro C2, también entregado al Archivo, corresponde al tercer modelo creado por el inventor en 1921. Cuenta con un fuselaje de dos plazas y un rotor con once metros de diámetro y cinco palas. Fue la última aeronave diseñada por el ingeniero murciano antes de conseguir el éxito del C4, el primer modelo que voló.
Junto con estos planos, que tienen una dimensión de 85 por 53 centímetros, Fernando de la Cierva entregó unas fotografías tomadas el 18 de septiembre de 1928. La composición, de 30 por 40 centímetros, recoge tres instantáneas del primer vuelo de un aparato de alas giratorias sobre el Canal de la Mancha. Fue realizada por Henri Bouché, director de la revista ‘L’aeronautique’, que viajó como copiloto en la aeronave, pilotada por el inventor, en un vuelo que partió del aeropuerto de Croydon y se dirigió a Calais, recorriendo la distancia de 40 kilómetros en 18 minutos.
Estos documentos se unen a una donación anterior realizada por la familia en 2019 de una copia del ‘Estudio sintético del sistema de vuelo por alas autorotativas (sic), por Juan de la Cierva y Codorníu’. Se trata de un texto mecanografiado, con algunas correcciones manuscritas a lápiz (posiblemente de mano del propio inventor), que obtuvo el premio Duque de Berwich y Alba en abril de 1935, que otorgaba la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de España.
Los cuatros documentos permiten, de este modo, crear una colección documental de originales pertenecientes a Juan de la Cierva Cordoníu en el Archivo General, con la esperanza de que pueda ir incrementándose en el futuro.