Artículo realizado por: Ana María García Oliva (Nutricionista/TSD)
Como cada año llega enero y con él, las pérdidas de peso rápidas y sin esfuerzo. Promesas en las que muchos creen, porque como sociedad ocupadísima y ansiosa en la que vivimos nos dejamos guiar por falsos gurús y vende humos, que con habilidad verbal y cierto tipo de conocimientos, son capaces de engañar y poner en riesgo la salud del creyente aportando, falsas verdades ancestrales o no. Apoyándose en imágenes de cuerpazos, que difícilmente se alcanzarán sin esfuerzo, dedicación y compromiso a lo largo de todo el año. Pero claro, a ti te mola mucho ese físico y te sometes a cualquier promesa milagrosa por falsa que sea. Deja de engañarte y de poner en riesgo tu salud, no todos somos iguales, trabaja tu cuerpo, tu mente, tu alimentación y sé feliz con lo que eres, lo que no te guste cámbialo, pero hazlo bien sin atajos.
Este año, como no puede ser de otra manera, ha adquirido gran relevancia “post fiestas natalicias” el vinagre, que promete adelgazar rápidamente y atacar la grasa abdominal como si fuese una diana y solo ahí hará efecto, una mentira gigantesca, que apela a ese estilo de vida “Fast” de la que hablábamos antes, acompañando, a las ya clásicas post Navidad de comer un solo alimento varios días, todo el día (la col, la cebolla, la piña etc.), esta alimentación tan restrictiva y poco nutritiva podría acarrear grandes males a aquellas personas que las ponen en práctica.
Nuestro organismo lo siente y lo entiende como una agresión, lo primero que se ve forzado a hacer es, disminuir el MB (metabolismo basal) por tanto, si lo que deseas es bajar peso, ya empiezas mal, también se pierden nutrientes y vitaminas muy importantes para una gran cantidad de reacciones necesarias para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, pueden provocar problemas gastrointestinales, fomentar la osteoporosis o TCA (trastornos de la conducta alimentaria), generan ansiedad y cuando no se consigue lo esperado o se consigue por un corto periodo de tiempo, produce después el famoso efecto rebote con ganancias superiores a las anteriores y nos preguntamos “¿por qué, por qué?” pues te lo explico, lo único que has perdido es agua corporal y masa muscular, pero o sorpresa nada de grasa, OMG, esto a nivel corporal externo se traduce en piel más arrugada, flacidez, sequedad, picores, rojeces y un aspecto externo envejecido, opaco, apagado, estéticamente ni favorecedor, ni saludable.
No se trata de hacer compensaciones o restricciones, sino alimentarse correctamente todo el año y si en ocasiones tenemos algún festejo, disfrútalo. No le tengas miedo, tras ello vuelve a tus rutinas de ejercicio y alimentación, si no sabes cómo hacerlo, hay profesionales muy preparados que pueden ayudarte a conseguirlo. Ganarás en salud, confianza y disfrutarás de la vida, que es de lo que se trata, no pongas en riesgo tu salud y tu físico por alcanzar lo que otros te dicen que debes ser.
Artículo extraído del Nº 59 de Revista Conecta. Descárgala GRATIS aquí.