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El recorrido entre viñedos y almendros por la ruta del Barranco de la Regidora en Bullas es un buen plan para disfrutar este verano. El Barranco de la Regidora es un espacio natural que podemos recorrer en familia para descubrir el auténtico bosque de ribera mediterráneo.

En el municipio de Bullas, limitando con el de Cehegín, se encuentra este bello entorno logrando ser otro rincón más con mucho encanto de nuestra Región. La Rambla o Barranco de la Regidora, que forma parte de la cuenca del río Quípar, es una ruta poco conocida que comprende el tramo entre el paraje del Cristo del Carrascalejo y la Vía Verde del Noroeste.

¿Qué hacer?

Muy cerca del Carrascalejo podemos disfrutar de la belleza de este barranco que se encuentra acondicionado para la práctica de senderismo en familia o de ciclo-turismo.

¿Qué ver?

El Barranco de la Regidora, cuenta con un abundante bosque de ribera a través de una senda donde podemos encontrar carteles explicativos. Esta rambla posee una vegetación de ribera representada por pequeños bosques de sauces, fresnos y álamos, junto a una maraña de zarzales, rosales, majuelos, juncales y baladrales. El conjunto forma un espacio natural de alto valor ecológico.

Presenta las características típicas mediterráneas, como los pinares de pino carrasco, cuyo sotobosque está formado por arbustos como la coscoja, el lentisco, el enebro y diversas plantas aromáticas (tomillo, romero…). Destacan también especies protegidas como la encina o el quejigo.

La fauna encuentra en este paraje un albergue, refugio y alimentos durante todas las estaciones del año. Entre el sotobosque de pinar y los matorrales de ribera es fácil encontrar aves que se alimentan de plantas silvestres e insectos como petirrojos, ruiseñores, currucas…

También habitan otros vertebrados como las ardillas, tejones, jabalíes, reptiles como lagarto acelado, culebra de collar y anfibios como el sapo corredor.

Con la entrada de la primavera, además de observar la belleza de los almendros en flor, llega la floración de un árbol muy característico de la zona, el Árbol del amor (Cercis siliquastrum). Se le denomina así por el color rosa y violeta de sus flores, cuya floración dura solo 10 días, y por la hoja en forma de corazón. También se le conoce por árbol de Judas ya que según cuenta la leyenda Judas Iscariote se suicidó en uno de estos árboles. Otra de las muchas denominaciones por la que se suele identificar es por algarrobo loco por la asimetría con la que crecen sus ramas.

También podemos aprovechar y visitar otros bonitos espacios naturales de Bullas, como es el Salto del Usero.

¿Qué comer?

La gastronomía típica de Bullas se basa en la dieta mediterránea y en los productos frescos de temporada, obtenidos de la huerta y acompañados de carnes variadas, y tradicionalmente podemos encontrar los salazones.

Podemos degustar platos típicos como el arroz con conejo, los asados, las carnes y embutidos a la brasa, el zarangollo, la ajoharina, el chamorro, el pisto, las migas acompañadas de costillejas, boquerones, sardinas o incluso uva, así como una gran variedad de guisos y potajes.

Acompañado siempre de los vinos de Bullas, que son de una reconocida calidad, respaldada por su Denominación de Origen. Bullas sigue siendo una tierra de cultivo gracias a la diversidad territorial de su clima. Los caldos que se obtienen conservan cierta peculiaridad debido a la calidad del suelo, la lluvia limitada y la altitud, que permiten la obtención de un color rojo rubí con presencia aterciopelada y un sabor característico. Son vinos aromáticos, redondos, suaves y muy apreciados.

Vino Negre-T. Producido en Bullas (Paraje El Praillo) a base de Monastrell y Garnacha tintorera joven

De postre, podremos degustar las típicas torrijas, los riñones, los borrachos, los piononos o los cuernos de merengue. En Semana Santa, son típicas las tortas fritas.

En Bullas, es fácil encontrar restaurantes que han sabido aunar tradición y vanguardia, ofreciendo sorprendentes platos para todos los gustos y ocasiones, como es el caso del Restaurante El Castillico, cocina elaborada por el chef Martín Gea. Un lugar que mantiene los sabores de antaño con productos naturales, todo maridado con el vino D.O.P. de Bullas. Recomendamos probar sobre todo sus migas, asados de cordero, y arroces de conejo con caracoles y níscalos. También sus carnes a la brasa, su típico ajo harina, fandango, sus croquetas con foie o su pulpo al horno.

¿Dónde dormir?

Disfrutar del turismo rural en Bullas es una de las mejores ideas, en camping o casas rurales.

El complejo turístico El Castillico también dispone de un centro de ocio y recreo en una finca de 180.000 m2, dedicados al cultivo de olivos, huerta ecológica y conservación de animales en extinción, acondicionada para el turismo rural.

Estos alojamientos rurales se encuentran ubicados a lo largo del cauce del río Mula, con piscina comunitaria en plena naturaleza, donde podemos respirar de un ambiente de tranquilidad y paz, disfrutando del curso del río a su paso, adornado de frondosos árboles; sin duda un oasis de tranquilidad. Este pueblo tiene un encanto especial, por su entorno y gentes, donde podemos desconectar en una estancia agradable con un ambiente familiar, dentro de un paraje natural, muy bien conservado.

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