En el día a día transitamos por las ciudades y montañas, ajenos a lo que puede que haya debajo de nuestros pies. Restos que cuentan no sólo la historia de una civilización, sino la vida de personas con nombres y apellidos, su día a día, sus costumbres, sus alegrías y sus desgracias.
En 2006, una serie de arqueólogos, historiadores y estudiantes de la Región de Murcia comenzaron a trabajar para resolver la incógnita de qué había bajo el cerro de Las Paleras de Alhama de Murcia, en el que sospechaban que debía de tener algún resto arqueológico por su proximidad al Castillo de Alhama de Murcia.
Para sorpresa de todos, el subsuelo cubierto por plantaciones de paleras y matas de romero escondía algo mucho más grande de lo que esperaba, los restos de un gran poblado abandonado de entre los siglos VIII y X d.C. casi intacto, un yacimiento prácticamente único en la extensión levantina.
A lo largo de todos estos años ha ido recuperándose y poniéndose en valor este yacimiento gracias al trabajo que decenas de voluntarios realizan cada verano en el llamado “Campo de Trabajo”.
Un poco de historia
Los restos de las cimentaciones de piedra y alzados de tapial de las viviendas, elementos de cerámica, metales, restos arqueobotánicos y arqueozoológicos cuentan cómo era la vida de este poblado de la Coral Tudmir que data de la época emiral.
Murallas, vanos de puertas, calles, habitaciones, silos de almacenamiento de granos y una poderosa alcazaba son elementos que nos sitúan en un lugar desde el que se vigilaba el punto de unión del Valle del Guadalentín y del Sangonera, así como la vía de comunicación natural entre el Levante y Sur peninsular.
Los datos encontrados también hablan de una posible destrucción intencionada, un gran incendio que arrasó con el poblado en el siglo X d.C., dejándolo deshabitado y en el olvido durante siglos, hasta su reciente descubrimiento.
Este yacimiento ha despertado un gran interés en el mundo académico, debido a su singularidad, suponiendo un punto de inflexión y un gran aporte a la comunidad científica.
El Murtal y el Cabecico Redondo de La Muela
A este Campo de Trabajo, el cerro de Las Paleras, se le han sumado desde finales de la pasada década dos nuevos yacimientos situados en la llamada “Rambla de Algeciras”, los llamados yacimientos del Murtal-Castellar-Zandacarrones y el Cabecico Redondo de La Muela.
En el Murtal podemos encontrar unos restos bastante estudiados, ya que tuvieron una primera fase de excavación en los años 90’s, a los que se le han sumado los recientes trabajos. Presenta una prolongada historia, específicamente en lo relativo a la Edad del Bronce y del Hierro.
A escasos 300 metros encontramos el recientemente bautizado como el Cabecico Redondo de La Muela, un yacimiento que consta de 2 fases que sitúan un poblamiento argárico de la primera mitad del II milenio antes de Cristo. Aún queda mucho por descubrir en este lugar, pero se intuye que podría tratarse de una fortaleza de vigilancia y control en el que habría una serie de personas viviendo, debido a los utensilios de uso doméstico que han sido encontrados. Cabe destacar el descubrimiento de 20 pesas de telar, a los que se les sigue sumando elementos cada año que destacan la importancia del tejido en la época argárica.
Puesta en valor del patrimonio
Estos singulares hallazgos se han convertido en un punto de referencia del patrimonio de Alhama de Murcia, diferenciándose de otros municipios históricos como Cartagena, Lorca o Murcia.
Recientemente, a estos trabajos se le ha sumado un nuevo espacio, un laboratorio de patrimonio que permitirá avanzar más y mejor en la investigación y puesta en valor de estos yacimientos únicos a través de publicaciones y congresos, consolidándose dentro del mundo académico como un referente.
Turismo de patrimonio y naturaleza
Año tras año siguen avanzando las excavaciones y recuperación de estos singulares enclaves. Hoy por hoy podemos andar por las calles que pisaban aquellos aldeanos de los siglos VIII al X del cerro de Las Paleras, y viajar con la arqueología y nuestra imaginación a través del tiempo hasta un pasado sorprendente.
En los últimos años numerosas actuaciones han sido llevadas a cabo en ambos yacimientos, mejorando los accesos y construyendo, entre otros elementos, una réplica de una de las viviendas, para poder hacernos una idea más cercana a cómo era este poblado durante sus siglos de actividad.
Ambos yacimientos están en un lugar privilegiado, situándose el yacimiento de Las Paleras, al pie de la Sierra de La Muela, junto a otros 4 elementos catalogados como BIC: el escudo de la Casa de la Tercia, la Iglesia de San Lázaro, el Castillo y los Baños Termales. En este último, podemos encontrar parte del patrimonio que ha sido rescatado de los distintos yacimientos y que aumenta año tras año.
Por su parte, los yacimientos del Murtal y el Cabecico Redondo de La Muela, se encuentran el llamado paisaje de la Rambla de Algeciras, situándose a escasos metros de los Barrancos de Gebas y La Sierra de La Muela, creando itinerarios turísticos que unen patrimonio y naturaleza.
Artículo extraído del Nº 62 de Revista Conecta. Descárgala GRATIS aquí.