Es decir, el esfuerzo que necesitas para hacer algo que por naturaleza no te apetece en ese momento es un recurso extremadamente limitado, que se gasta con el uso, cuando más fuerza de voluntad tengas que hacer para realizar una tarea, menos fuerza de voluntad tendrás para gastar después.
No podemos controlar nuestras reservas de fuerza de voluntad si la estamos usando todo el tiempo, así que es recomendable que utilices una estrategia inteligente, haciendo pequeños cambios diariamente que no te supongan una gran fuerza de voluntad, así el cerebro irá aprendiendo lentamente y adaptándose a los cambios sin que le cueste tanto esfuerzo, y sin que nuestro cerebro se resista a los grandes cambios. Hacer pequeños cambios de hábitos día a día, fáciles de hacer, es el secreto para lograr mantener los cambios a lo largo del tiempo. Una buena ayuda, es contar con un equipo de profesionales en psicología que te avalen lleven un control, como Nisara Psicología.
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