Fuente Caputa es uno de los espacios naturales más desconocidos de la Región. Este escondido lugar cuenta con un precioso paisaje, un nacimiento de agua dulce y turquesa rodeado de un entorno maravilloso de bosque de pinares y paredes verticales de piedra caliza. Este manantial alimenta el caudal de la Rambla Perea, que continúa su curso hasta desembocar en el Río Mula. Su vegetación rodea y limita la poza junto al Acueducto de Perea, trazando un contorno claro y acotado.
El origen del nombre de Fuente Caputa proviene de la época romana y su significado es ‘cabeza del agua’, caput (cabeza) y la a de (aqua).
Este enclave de acceso bastante sencillo está situado en el municipio de Mula, donde está permitido bañarse, tanto si accedemos a través del manantial que alimenta a la Rambla de Perea y que llega hasta el Río Mula, como si atravesamos ese camino sin asfaltar de 2 km que nos deja en la parte inferior, a pie de poza; de cualquier manera, el baño es apetecible y recomendable, ya que se asemeja a un hidromasaje o un jacuzzi, pero totalmente natural.
Este emblemático paraje muleño es un sistema de charcas que se forman por la presencia de un manantial del que afloran las aguas que se han filtrado en los extensos campos del Ardal y las laderas de las sierras y colinas que lo rodean. Las sucesivas charcas, enclavadas entre montañas y lomas, se encuentran desniveladas favoreciendo que el agua forme pequeñas cascadas para pasar de unas a otras.
La vegetación circundante es la propia de las ramblas o cursos de agua como la adelfa, el taray y el junco, que unida a la presencia del agua y el ruido de sus saltos hacen de Fuente Caputa se convierta en un paraje de considerable interés paisajístico y medioambiental.
En cuanto al mundo animal, se pueden divisar sapos, galápagos, ranas o lagartijas, además de multitud de insectos que conforman la parte más frecuente de encontrarse en plena naturaleza.
En los terrenos de Fuente Caputa se llevan a cabo algunas actividades de salud ambiental mediante voluntarios para ayudar a la conservación de la zona, como la recogida de residuos o el saneamiento del entorno del flujo del agua.
¿QUÉ HACER?
Rutas. Estos parajes invitan a dar largos paseos a pie o en bicicleta. Una de las características que hacen especial a este lugar es su flora. Por las laderas encontramos la fauna propia mediterránea, como tomillo, romero o pino carrasco, entre otros. Respeta la flora y fauna del entorno. Es recomendable recorrer las sendas y caminos existentes, como el itinerario ambiental ‘Cuenca alta de Rambla de Perea’.
Pinic. Este espacio natural único y escondido también invita a organizar un picnic bajo la agradable sombra de sus pinos que se agradece en las horas fuertes de sol de los calurosos veranos murcianos. Es especialmente recomendable acudir con algún repelente específico para avispas si no queremos compartir nuestra comida con ellas. No enciendas fuego y recuerda depositar la basura en el contenedor más próximo. No olvides que estás en un espacio natural y que puedes colaborar en su conservación.
Baño. Unas pozas de agua con cascadas perfectas para el baño. Relajarse en una tranquila zona de baño, un lugar en plena naturaleza en el que disfrutar sus días de verano, en el que gracias al Plan Copla de Vigilancia y Rescate, cuenta desde este año con horario de vigilancia y rescate con socorrista, de jueves a domingos de 12.00 a 19.00 horas. Para el baño en julio y agosto se puede acceder sin problema, sin que el bullicio sea una particularidad de este espacio natural, aunque las tardes y los fines de semana presentan algo más de movimiento.
¿QUÉ VISITAR?
Acueducto Perea. En medio de este rincón de naturaleza encontramos el Acueducto Perea, construcción de un tamaño considerable con gran interés paisajístico y medioambiental.
Embalse de la Cierva. Se encuentra en las proximidades, un lugar donde está prohibido el baño, pero al que también merece la pena acercarse por las preciosas vistas que regala.