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En una sola noche se contabilizaron cuatro intentos fallidos 

 

CURIOSIDAD

Realizan la puesta en la misma playa en la que nacieron
La tortuga boba tiene un comportamiento reproductivo similar al de otras tortugas marinas. En la temporada de desove la hembra regresa a la playa donde nació para poner los huevos. Lo hace en intervalos de unos 12 a 17 días. Después de salir del agua, alcanzan la playa y escarban un hoyo con ayuda de las aletas, el potente hocico. El desove se produce aproximadamente entre junio y julio, pero las puestas son intermitentes. Después de cada una pasan por un período de descanso de entre 2 y 3 años antes de continuar con su ciclo reproductivo. Normalmente, ponen entre unos 100 y 120 huevos por nido, enterrados aproximadamente a medio metro sobre la línea de costa. Las crías tienen unos 4 o 5 centímetros de longitud y unos 20 gramos de peso. 

Este fin de semana se produjeron los primeros intentos de anidación de Tortuga Boba en la Región de Murcia. En la madrugada del domingo el 112 Emergencias recibía aviso del servicio de limpieza de playas del Ayuntamiento de Cartagena informando del avistamiento de una tortuga boba (Caretta caretta) en la playa de Amoladeras, se activó entonces el Protocolo de Detección y Protección de la Anidación de Tortugas Marinas en el Litoral de la Región de Murcia. 

Tras este primer aviso, el personal de limpieza de playas identificó hasta tres rastros más de tortuga marina entre la playa de las Amoladeras y la playa de la Vieja Sirena que fueron balizados y custodiados por el personal del Ayuntamiento hasta la llegada de los agentes medioambientales. 

Hasta la zona se desplazaron los veterinarios del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre (CRFS) que, tras el análisis de cada uno de los cuatro rastros y el registro de las medidas establecidas en el protocolo, descartaron la existencia de un nido en la zona. La tortuga avistada estaba perfectamente identificada, pues es una de las que fue marcada la semana anterior con un emisor de señal por satélite por los técnicos de la Universidad Politécnica de Valencia y de Orihuela. 

Imagen cedida por https://cram.org/

La Consejería de Medio Ambiente, Mar Menor, Universidades e Investigación recuerda que estamos en época de anidación de tortugas marinas y que en los próximos días se podrían producir nuevos intentos de nidificación, por lo que es importante seguir unas recomendaciones. Así, si nos encontramos con una tortuga en la playa debemos mantener siempre una distancia de seguridad de al menos 20 metros, no ponernos delante de su campo de visión ni deslumbrarla con linternas y avisar al 112 lo antes posible para informar de su ubicación. 

Igualmente, si se localizan huellas de tortugas en la playa, es importante no tocarlas y llamar al 112. Puede que en su interior haya huevos que necesiten ser protegidos hasta su eclosión. 

El periodo de apareamiento de esta especie es desde finales de marzo a principios de junio, produciéndose el desove entre junio y julio. Presentan una filopatría marcada y suelen realizar la puesta en la playa de nacimiento. Durante este periodo cada hembra puede tener de dos a cuatro puestas en intervalos de 15 a 17 días. Las anidaciones se producen de noche, pueden llevar a cabo varios intentos si la tortuga no encuentra un lugar adecuado o es molestada. Es el único momento de su vida en el que vamos a encontrar a un ejemplar sano fuera del agua. 

El sexo de la cría dependerá de la temperatura de la arena

Otra característica que comparten con el resto de las tortugas marinas es la relación entre el sexo de las crías y la temperatura ambiente de la arena. Se calcula que por encima de los 29 ºC aumentan las probabilidades de que nazcan hembras, lo que significa que el cambio climático puede tener consecuencias letales para el desarrollo de estas tortugas. Si hay muchas más hembras que machos, se reducen las probabilidades de éxito reproductivo. Una vez eclosionan, lo que suele tener lugar durante la noche, las crías se dirigen al agua guiándose por la luz de la Luna. Muchos no sobrevivirán, pues su pequeño tamaño las convierte en unas criaturas muy vulnerables, incluso alcanzada la edad adulta. 

En el periodo de seis años, entre el 2016 y 2022, se han registrado un total de 28 intentos de nidificación en las playas de la Región de Murcia. De ellos, tres fueron exitosos, uno en 2019 (Cala Arturo) y dos en 2020 (km 14 de la Manga del Mar Menor y Cala Honda). 

Zona acotada en la Playa de Amoladeras en Cartagena ante las huellas de una especia de tortuga boba, que solo abandona el agua para anidar o tratar de hacerlo.

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