Cuando hablamos de duelo lo relacionamos con la muerte de un ser querido, pero este proceso psicológico aparece también tras una pérdida, ausencia o abandono. Estos sucesos significan cambios importantes, por tanto, el duelo es el proceso de adaptación a dichos cambios vitales.
![](https://revistaconecta.es/wp-content/uploads/2021/05/El-Duelo-1024x683.jpg)
La dinámica de esta adaptación variará dependiendo de la vinculación emocional que tengamos con lo perdido o la persona perdida, de la naturaleza de dicha pérdida y de las herramientas de afrontamiento que tengamos. Por tanto, dicho proceso es diferente para cada persona, cada persona reacciona con las herramientas de afrontamiento de las que dispone, experimenta síntomas físicos o emocionales diferentes, como ansiedad, rabia, miedo, culpa, depresión tristeza, etc., y cada persona necesita de un tiempo diferente para completarlo.
Aunque es difícil y duro, el duelo mejora nuestras capacidades para procesos de adaptación vitales futuros. Sin embargo, si después de cierto tiempo, meses o años, la persona no ha logrado superar dicho proceso y los síntomas aún están, son más intensos o están influyendo de manera negativa en su vida diaria estaríamos hablando de “duelo patológico” o “duelo no resuelto”.
![](https://revistaconecta.es/wp-content/uploads/2021/05/El-Duelo-2-1024x683.jpg)
Se habla de que tiene diferentes fases, pero, al ser un proceso con tantas diferencias individuales y culturales, no todas las fases tienen que estar presentes, ni aparecer en un orden concreto, ni tener una intensidad prefijada o durar un tiempo marcado. Estas fases del duelo serían:
- Negación: incredulidad ante el cambio, a veces inesperado. Aún no se ha procesado la noticia, por lo que podemos sufrir un bloqueo emocional.
- Enfado: aparecen sentimientos de ira, frustración e impotencia que debemos encauzar de manera adecuada para que no se conviertan en un problema.
- Negociación: se fantasea con la idea de poder cambiar la situación.
- Miedo o depresión: las emociones de miedo y tristeza son muy intensas lo que demuestra que se está enfrentando el dolor.
- Aceptación: comprensión de que no hay vuelta atrás y que nos tenemos que adaptar a nuestra nueva situación.
![](https://revistaconecta.es/wp-content/uploads/2021/05/El-Duelo-3-683x1024.jpg)
Si nos quedamos bloqueados en alguna fase del proceso es cuando no podemos avanzar, en este caso es muy importante la labor psicológica.
Es importante normalizar el duelo, la pérdida y las emociones desagradables que vienen con él forman parte de nuestra vida e intentar taparlas o evitarlas no nos ayudará a superarlo. Esto también incluye a los menores, su primera experiencia con un duelo es importante por lo que se debe hablar con ellos con sinceridad y explicarles las cosas de manera que ellos las entiendan, pero sin ocultar.